¿Cómo se pueden clasificar los productos? - JR Marketing

 Clasificación de los productos.

Un producto se puede clasificar de muchas maneras distintas, pero la más habitual es clasificarlos teniendo en cuenta el tipo de comprador. Según esta clasificación tenemos:

• Productos de consumo.
• Productos industriales.

Hoy vamos a hablar de los productos de consumo, que a su vez se pueden desglosar según:

• Su tangibilidad.
• Su frecuencia de compra y el esfuerzo realizado.
• Sea bien de preferencia o bien no buscado.

1. Clasificación de un producto según su tangibilidad.

Se refiere a la capacidad de poder tocar o no el producto en sí, es decir, si dispone de cuerpo físico o si por el contrario es algo que no se puede tocar como tal. Atendiendo a esta clasificación encontramos:

• Productos tangibles: Bienes.
• Productos intangibles: Servicios, ideas, experiencias, acontecimientos, lugares, etc.

Centrándonos en los bienes encontramos:

1.1. Bienes según su duración.

• Bien fungible: Se desgastan o se consumen conforme se van utilizando. Ejemplo: Paquete de pañuelos.
• Bien no fungible: No se desgastan con el paso del tiempo y del uso. Ejemplo: Reloj.

2. Clasificación de un producto según su frecuencia de compra y el esfuerzo realizado.

2.1. Bienes de conveniencia.

Son productos que se compran frecuentemente y no requieren reflexionar en exceso sobre si decidimos comprarlos o no. Se pueden subdividir en:

• Uso general: Se adquieren con frecuencia, bien diaria o semanal. Ejemplos: Pan, leche, etc.
• Compra por impulso: Se adquieren sin previa planificación por parte del comprador. Se ubican en zonas calientes (zonas del establecimiento por las cuales circula de forma natural la mayor parte de los clientes) para favorecer su consumo. Ejemplos: Chicles, caramelos, etc.
• Compra de emergencia: Su adquisición no está prevista, la necesidad surge de manera repentina. Ejemplo: Preservativos.

2.2. Bienes de compra esporádica.

Se caracterizan porque su adquisición se dilata en el tiempo y porque la misma también es más meditada, comparada y se necesita más información que la de los bienes de conveniencia. Habitualmente para adquirir este tipo de productos se suele esperar a época de rebajas. Ejemplos: Electrodomésticos, calzado, etc.

2.3. Bienes de especialidad.

Son productos que debido a que poseen unas características muy específicas, como duración, precio, calidad, etc., el comprador se anima más para comprarlos. Para este tipo de productos la marca aporta un valor diferencial y hace que el proceso de decisión no sea tan largo como para otros productos por lo que no se tiene esa predisposición. Ejemplos: Coches, ropa de marcas conocidas, etc.

3. Según el bien de preferencia y el bien no buscado.

3.1. Bien de preferencia.

Tiene un proceso de decisión de compra reducido pero con una alta fidelidad a una marca. En caso de no encontrar tal marca el comprador es capaz de buscar en otro establecimiento o posponer su compra hasta que encuentre dicha marca. Ejemplo: Electrodomésticos BOSCH.

3.2. Bien no buscado.

Es un bien el cual el consumidor no sabe que existe o aún sabiendo que existe no tiene interés en adquirirlo. La publicidad puede dar a conocer ese bien pero aún así puede que el comprador se encuentre en una etapa de su vida en la cual no lo necesita. Ejemplos: Coches voladores (no conoce su existencia) o audífonos (sabe que existen pero ni él/ella ni ningún miembro de su entorno tiene problemas de audición).

La próxima semana hablaremos de los productos industriales.

Resumen de lo tratado hoy:

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Hasta aquí la publicación semanal, espero que tanto tú como tu entorno os encontréis bien, un abrazo grande.

Refrán de la semana:

Una mano lava a la otra, y ambas la cara.

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